En diez días mi hija cumplirá 15 años. El número tiene importancia porque es poner una fecha al paso de niña a mujer. Y para las que somos madres, asumir también que ya no es nuestra chiquita. La nostalgia es inevitable. Tantos recuerdos me vienen a la memoria que quisiera compartirlos con ustedes. No puedo dejar de pensar cuando...
- Mi maquillaje estaba perfectamente ordenado en el placard del baño y no necesitaba dar vuelta la casa para encontrar el rimmel.
- Me compraba ropa y yo la estrenaba.
- Podía entrar a su dormitorio sin tener que patear cosas tiradas por el suelo.
- Los domingos dormía hasta las 10 de la mañana y no me tenía que levantar a las 6 para buscarla en alguna fiesta.
- Las maestras le ponían 10 Felicitado en el cuaderno y no notas informando que la
suspendían por falsificar el boletín.
- Las amigas venían a tomar la leche y no a vaciar la heladera.
- El cabello se lo cortaba un peluquero y no ella misma.
- La línea de teléfono estaba desocupada la mayor parte del día.
- Podía mirar la tv. sin escuchar de fondo los gritos de Ashley Simpson.
Y muchas cosas más.
Cuando los hijos crecen, los padres aspiramos a lo mejor para ellos. Mi lista es larga, pero lo que más deseo es
¡¡que se case pronto!!(clic en auto para que las fotos corran solas)