Siempre hay alguien que está peor.


julio 27, 2008

Delicias matrimoniales: el marido de vacaciones

Pocas situaciones me producen más estrés que tener a mi marido de vacaciones ¡en casa!. Porque un hombre que no tiene nada que hacer es como los hongos de pared: están al divino botón y sólo sirven para molestarnos. Ellos suponen que nosotras nos pasamos el día mirando Rosa de Lejos y la casa se limpia sola o las camisas salen planchadas del lavarropas mientras él, pobrecito, se pasa horas de su vida trabajando como un burro en desayunos de trabajo donde lo único que no hace es trabajar.

Es entonces cuando nos ven correr acarreando ropa mojada a la terraza, o cargando bolsas con kilos de verduras para el almuerzo, que desarrollan esas teorías insólitas por las que una siente irremediables ganas de aprender cocina con Yiya Murano: "vos hacés todo eso para no estar conmigo".

El "estar conmigo" implica que una debe estar a su disposición para lo que guste mandar. Tienen ataques de romanticismo extremo (por aburrimiento, sospecho) y pretenden satisfacer sus instintos sexuales a cualquier hora. "Gooorda, vení que estamos solitos", te grita despatarrado en la cama mientras una limpia el piso de la cocina. Suelo hacerme la sorda en esos momentos, pero si por alguna razón accedo, lejos de terminar en un apasionado encuentro, la historia se vuelve en su contra. "Estas más blanca que un panqueque crudo" te dice el inhumano que piensa que los 10 minutos de sol directo que tomo al caminar haciendo las compras van a dejarme con el color de Naomí Campbell.

De más está decir que una no puede acercarse a la computadora. Para el hombre de vacaciones no hay peor infidelidad que la esposa navegando por Internet. Ese aparato e'mandinga les está robando su tiempo. Que lo ocupe en arreglar placares está muy bien, pero cualquier cosa que nos provea una pequeña distracción es un atentado a su dignidad masculina.

Las horas que no desaprovechan mirando por enésima vez Troya, las destinan a buscar errores. Errores nuestros, por supuesto. "¡El techo de la cocina tiene una telaraña en aquel rincón!" gritan desaforados, ante una minúscula manchita que sólo ellos ven. Y una, santa mujer, agarra la escoba dispuesta a partírsela en la cabeza, pero al final lo piensa bien y solo por educación, retira la famosa telaraña que casi genera un infarto en el susodicho.

O se les da por pasear. Aclaro que a mi me gusta recorrer lugares, pero no los que él pretende ni en los horarios que decide. Ir al Museo Larreta un martes a las tres de la tarde no es una salida que suscite buena predisposición en mi, que quieren que les diga...

Después de una semana, el único capaz de soportarlo es el gato, y porque no le queda otro remedio. Los otros tres habitantes de este hogar buscamos desesperadamente ocupaciones que nos alejen de casa, por varios días de ser posible.

Para cuando sus vacaciones terminan, estamos con un agotamiento mental peor que el de organizar una mudanza a Burundi.
En síntesis, lo único que me (o nos, porque presumo que esto le pasa a más de una) queda es armarme de paciencia y rogar que las vacaciones pasen rápido. Las de él, las mías empiezan cuando vuelve al trabajo.








julio 23, 2008

No soy lo que soy

Efectivamente, las apariencias engañan. Existe una constante en el ser humano que es la de suponer que una persona es de determinada manera por lo que muestra o dice.

Hace unos días salí de mi casa con una montaña de trabajo en el maletín. Debía recorrer varios ministerios y registros, ir de una punta a otra de Buenos Aires. Como coincidía que esa tarde tenía clase de arquería y previendo no poder regresar antes del horario de las prácticas, cargué mis flechas en el portaplanos que uso para guardarlas, me lo puse al hombro y así partí.
No hubo un solo lugar donde no me saludaran con un "Buen día, arquitecta", saludo al que respondí amablemente sin aclarar el contenido del tubo, caso contrario no estaría escribiendo esto desde mi casa sino desde alguna seccional policial; está prohibido entrar a delegaciones públicas con elementos peligrosos: una flecha de metal con punta de acero indudablemente lo es.

Del mismo modo, hace un tiempo me regalaron un libro sobre sexualidad. Que yo diga: "Si agarro a Lenny Kravitz lo destrozo" está lejos de poder considerarme una liberada sexual. Sin embargo parece que doy esa imagen.

Empecé a leerlo por curiosidad y terminé por morbo. Y por diversión.

No estoy capacitada para juzgar a nadie, pero honestamente la globalización, el efecto invernadero y el toro Cleto están haciendo estragos en la población latinoamericana. La autora del libro es Alessandra Rampolla, una conocida sexóloga con programa de televisión propio, al que los televidentes consultan en caso de dudas sexuales. Aquí ella transcribe algunas de las preguntas que supuso, eran las que más podían interesarles a los lectores. Las respuestas sugeridas las podía dar hasta la hermana Bernarda, así que me tomé la libertad de enseñarle desde la ignorancia, lo que verdaderamente quieren escuchar quienes la interrogaron. Veamos.

Soy una mujer de 38 años soltera. Buscando métodos de masturbación que me dieran mayor placer, descubrí la aspiradora. Puedo pasar mucho tiempo aspirandome y tengo orgásmos múltiples. Quisiera saber si su uso me traerá problemas de salud en un futuro.

R: No. Aspirarse la zona genital no acarrea problemas de salud. Pero te aconsejo que limpies la alfombra con escoba. El olor a pescado es dificil de erradicar.

Mi novia me comentó que consumir Piña Colada produce impotencia. Quisiera saber si es cierto, porque es mi bebida preferida.

R: Indudablemente a tu novia no le gusta la Piña Colada. O no le gustas vos. O te está engañando con otro. ¡Qué pelotudo!

Quisiera saber como puedo oscurecer mi vagina. Soy muy blanca y mi novio se sorprende por el color que tiene por dentro.

R: Es la primera vez que escucho de una pareja que tiene relaciones sexuales con una lupa. ¿El novio le revisa la vagina POR DENTRO?. ¿Será ginecólogo?.

Hace unos días quise practicarle sexo oral a mi pareja, y me sorprendió un líquido blanco y pegajoso que salía de su pene, y tenía sabor saladito. Quisiera saber que es exactamente.

R: Un montón de bebes que equivocaron el camino, corazón.

Tengo 36 años y soy soltera. Tuve muchas relaciones sexuales con distintos hombres, pero después de la primera vez ellos no quieren repetir la experiencia conmigo. ¿Qué debo hacer?.

R: Bañarte.


El libro continúa con disparates como estos. Una se queja porque su marido ya no quiere tener relaciones sexuales tres veces por día con ella, otro pregunta si es real que masturbarse saca pelos en las manos... etc. etc. Por otro lado está muy bien que en este aspecto nadie se quede con dudas y pueda evacuarlas... o eyacularlas. Y si nos equivocamos, también está bien, para aprender nada mejor que la experiencia. Ya lo cuenta el viejo refranero popular: Errar es humano, dijo el pato y se bajó de la gallina.

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julio 19, 2008

Mis amigos

Si algo tenemos en común el viejo grupo de comentaristas de este blog, es que compartimos la misma madre putativa. Por elección decidimos que una mujer gorda, Mirta Bertotti, nos adopte como hijos. Eso en la blogósfera. En la vida real su creador, Hernán Casciari, se convirtió en un integrante más de los amigos surgidos por este medio. Durante cinco años nos divertimos vía chat o e-mails comunitarios, más allá de lo que cada uno escribiera en su página. Es lo que había: encuentros virtuales todos juntos y cada uno desde distintos lugares del planeta.

Hace un tiempo Hernán nos avisó que venía para presentar su último libro: "España decí alpiste", pero su intención más allá de ello era la de ver las caras de los 10 o 12 amigos que integrabamos ese "clan". Conocernos, indudablemente, ya nos conocíamos. Lo que no podíamos imaginar era que para reunirnos por fin, las situaciones que se dieron llegaran a ser tan desopilantes.

Ya la previa fue casi lo esperado: con mi espíritu obsesivo y controlador enloquecí a todos dando órdenes. "Que vos vas para allá, que vos venís acá, que nos encontramos en este lugar...". Todo estaba preparado, incluída la venida de Laura Canoura para cantarle "Los hijos de Gardel" y hacerlo llorar mucho, mucho.

Tía Ganga llegaba el mismo miércoles 16 (día de la presentación) a las siete y media de la mañana desde Bariloche. Angel Gris (arribado desde Mendoza el martes) era el encargado de buscarla en Retiro y llevarla a casa de Rabino donde desayunaríamos todos juntos. Tía Ganga y Angel Gris nunca se habían visto las caras. Tía Ganga sólo me pedía con pánico los días previos que no la dejaramos olvidada en la terminal.
Por esas cosas del destino, los micros de larga distancia nunca llegan a horario, siempre se atrasan. Quiso la vida que este, justo este entrara 45 minutos antes. Cuando Angel llegó, ella estaba "parada en el andén, solita con su bolso, igualita a Rosa de Lejos", según la descripción del chofer.
A las ocho y media de la mañana ya estabamos tomando café irlandés en el departamento de Rabino, ella, Angel, Mariana (la esposa de Angel), Erlich, mi amiga Jackie (que estaba de visita) y yo, riéndonos de la anécdota, sin imaginarnos que lo peor venía después.

A las 11:45 debía arribar Laura desde Colonia en barco. Colonia queda a 180 kms. de Montevideo, trayecto que debía hacer en micro.
Angel y yo dejamos al grupo y partimos a buscarla. A ver, ya repetí hasta el cansancio que sin un mapa no soy capaz de ubicarme ni en pleno centro de Buenos Aires. Imagínense haciendo de guía de un mendocino. Al día de hoy estoy absolutamente convencida que llegamos al puerto solo por casualidad. No existe otra explicación posible. Pero puntualmente el horario nos encontró sentados sobre un carro de equipaje en la sección "Arribos". Diez minutos habían pasado de la hora indicada cuando mi celular empezó a sonar. "¿Ginger?, soy el representante de Laura en Montevideo. Quería avisarte que ella no viajó, en este momento se está volviendo porque el barco tuvo un desperfecto y no salió". Angel y yo nos miramos. Primero fue el desconcierto, después la sorpresa y por último la decisión; Laura vendría aunque tuvieramos que traerla nadando. Y ahí fue cuando empezamos a correr. Nos instalamos en la oficina de administración de la empresa naval (nos instalamos es literal, nos sentamos en el escritorio, usamos sus computadoras y teléfonos...) y enloquecimos a todos los empleados. Revisamos listas de horarios de próximos barcos, pedimos información de pasajes, hablamos con supervisores y gerentes. Una sola opción teníamos: que tomara uno que salía a las 16:15 y llegaba a Buenos Aires a las 18:30 ¡y de otra empresa!. La presentación empezaba a las 19:00 hs. Claro que salir, salía también desde Colonia, y Laura estaba en un colectivo rumbo a Montevideo... No voy a detallar las comunicaciones telefónicas con Uruguay porque este texto sería interminable. Lo único que diré es que conseguimos que un representante de la compañía la esperara cuando arribaba, la metieran en otro micro y la mandaran de nuevo a Colonia, y, como los horarios no daban, el barco retrasara su salida hasta que ella llegara. Y también que la gente de Prefectura estuviera preparada en Buenos Aires para hacerla bajar primera, subirla al auto de Angel y escoltara en caso necesario hasta el teatro. Voy a ser honesta con ustedes: en este momento no puedo creer que logramos todo eso.
Y también quedaba avisarle a ella... Cuando la llamé por teléfono y se lo dije, Canoura solo gritaba: "¡¡¡vos estás locaaaaaaaa!!!!", pero como ella también, aceptó y se recorrió el trayecto Montevideo/Colonia dos veces en cuatro horas. Y lo más importante: no cobró un centavo por esto, lo hizo por el inmenso sentido de generosidad y amistad que tiene. La historia contada por ella pueden leerla acá

Una vez resuelta la venida de Laura, Angel y yo partimos al restaurante donde nos esperaban los amigos, muertos de hambre. Habíamos decidido comer en el mismo teatro para acortar distancias. La comida fue espantosa pero eso no nos importó, la ocasión de estar todos juntos valía cualquier menú. A las tres y media llegaron Hernán, Cristina, Nina, Chichita y el Chiri. Los pusimos al tanto de las novedades después de abrazarnos durante mucho tiempo.

A las siete menos cinco Angel y Rabino entraban con Laura y Sebastian Larrosa, el pianista. A las siete en punto empezaba la verdadera fiesta. Más de 500 personas llenaron el teatro Margarita Xirgu, donde Hernán era la cara visible de lo que nos sentimos protagonistas. Ayer me decía que una de sus emociones más grandes fue una frase de Toro: "Cuando vos firmás un libro, lo estamos firmando todos nosotros", y verdaderamente es así.

Laura cantó mejor que nunca a pesar del cansancio, la gente hizo colas interminables para pedir autógrafos, nos encontramos con personas que solo conocíamos por el nick.

La noche terminó a las dos de la mañana con todos reunidos en casa de Rabi celebrando. Muertos, pero felices por estar juntos.

Mañana es el día del amigo. Estos son los amigos que elegí para mi vida. Felicidades a todos.

Clic en las fotos para agrandar.

Tía Ganga rescatada por Angel Gris

De izq. a derecha: Bernardo Erlich, Angel Gris, Mariana, Toro, Rabino, Cristina Daae, Duda, Ginger, Tia Ganga, Jackie y Carito

De izquierda a derecha: Duda, Ginger, Tía Ganga y Jackie


Ginger y Hernán.


Hernán contando la historia de la llegada de Canoura, en la presentación del libro.



Canoura cantando Chamuyo Cafiolo, al finalizar la presentación.

julio 07, 2008

La "Señorita" Erika

Si algo bueno tiene mi trabajo, es poder disponer de los horarios y días a mi conveniencia. Otra parte es regular: todos quisiéramos ser millonarios y dedicarnos a contemplar la vida en lugar de andar corriendo por el microcentro porteño. Pero hay una tercera que es nefasta: tratar con empleados públicos.

Todo lo que hago tiene que ver con ellos. Es decir, estoy sujeta a su inoperancia. De todos los lugares donde voy, dos son los más complejos: El RENAR (Registro Nacional de Armas) porque dada la condición de los certificados que solicito (compra de dinamita y permiso para utilizarla), el trámite es sumamente engorroso. Toqué más veces el pianito (es decir, registré mis huellas dactilares) que el preso con mayor cantidad de delitos del pais.

Y por otro lado está el Registro Nacional de Constructores, por burocráticos, mala onda y coimeros. Lamentablemente a ellos tengo que recurrir cada vez que se ejecuta una nueva obra, y siempre es el mismo padecimiento. Antes trataba con "Don Lopez", un señor mayor que, previo a terminar una gestión, me pedía una Play Station para el nieto, una caja de vinos Rutini para él y un tapado de visón para la esposa. Yo le sonreía y decía que sí, pero sólo después de tener el certificado en mi poder. Y así la llevabamos: el trabajando con la esperanza de que cumpliera mi palabra y yo contestando "será en la próxima". Don Lopez se jubiló y en su lugar pusieron a la "Señorita" Erika. Debe tener unos 25 años pero indudablemente ningún trabajo se adaptará tanto a ella como el que tiene, lo lleva en el alma: es empleada pública hasta la médula.

La "Señorita" Erika no razona, hace exactamente lo que le dijeron que debía hacer. No tiene sentido común ni criterio propio. Tenerlo significaría ser eficiente, y ya se sabe, esas excepciones no se dan con frecuencia.

Por otro lado tenemos los tiempos. Los tiempos son aquellos en los que cada empresa debe completar la documentación necesaria antes de iniciar una obra. Todo requiere celeridad y ese es mi trabajo. Hasta que me encuentro con personajes como la Señorita Erika que rechazan carpetas enteras completas, firmadas, certificadas ante escribano, entregadas en tiempo y forma, solo porque a una planilla, en el último mes y solo A MODO INFORMATIVO, sin ningún tipo de validez legal, el Director del Registro decidió incluirle el texto de la ley sobre Fiscalización del Régimen Jubilatorio. No, no tiene que ver con el trámite en si mismo. Repito, es a modo informativo, para que a los dueños de empresas constructoras les entre en la cabeza que deben pagarlo. ¿Vieron esa frase en los paquetes de cigarrillos que dice "El Fumar es perjudicial para la salud"?. Bueno, esto es lo mismo. Como la habíamos confeccionado antes que entregaran las nuevas, la mía no lo tenía. Ni siquiera era su potestad rechazarla, se supone que para eso están los veedores que controlan la información. Pero no se puede razonar con imbéciles.

Quiero que Menes sea presidente otra vez. Si. Quiero que vuelva con su espíritu privatizador y privatice lo que queda, sobre todo el Registro Nacional de Constructores (Correo Central, 5t0 piso, oficina 512 para quien quiera ir), porque en una empresa privatizada esta gente no dura ni dos minutos. Y quiero también que la "Señorita" Erika se ponga un vestido a su mamá y se disfrace de la puta que la parió.

Ahhh, hice catarsis, gracias!





julio 02, 2008

Si lo sabe, copie

Hasta decir que no hay nada nuevo bajo el sol no es novedad. Lo maravilloso es ver como un mismo concepto cambia con los tiempos.

Empezó con American Idols y se extendió a Latinoamérica. Larguísimas colas de gente joven queriendo participar. Tinelli copió de otro lado una versión con condimentos extras, pero igual en el fondo. Rompen ratings de audiencia, todos hablan de ellos.

Pero el hacedor, el verdadero creador fue un maestro. El Maestro Roberto Galán. Con seis secretarias excedidas en peso y por toda escenografía un cartel con el nombre del programa, convocaba a cualquiera y premiaba al ganador con un canario.

Fue uno de los programas más bizarros de la televisión argentina, y sin embargo nadie lo olvida. No inventó "Si lo sabe, baile" porque murió antes, pero les llevaba décadas de ventaja a los gurú de hoy. Un genio.

Que se diviertan.