Siempre hay alguien que está peor.


octubre 30, 2007

Wonder Woman

Una de las peores consecuencias de los años es la disminución del ritmo de trabajo. Antes terminaba las tareas del hogar al mediodía y disponía de toda la tarde para mí. Ahora no logro que el tiempo me alcance y por mucho esfuerzo que ponga, siempre me queda algo por hacer.
Por ejemplo, ayer estaba planchando un pantalón de mi marido cuando me dí cuenta que le faltaba un botón. Fuí hasta el cajón donde guardo el costurero y antes de llegar ví que no había puesto la ropa a lavar, así que corrí a buscar el canasto, pero al sacarlo encontré la bolsa con semillas de geranios que debía plantar. La llevé hasta el balcón donde comprobé que me faltaba la pala para remover la tierra. En la caja también estaba el foco nuevo para el velador de mi mesa de luz. Decidí cambiarlo en ese momento para no olvidarme después. Al lado del velador estaba el libro que leo por estos días y recordé que tenía intención de anotar una palabra que me llamó la atención. Fuí hasta la heladera a buscar los anteojos (porque yo los guardo ahí para no perderlos), y encontré la carne congelada, que debía preparar al otro día. Las saqué del freezer y las dejé sobre la mesada, viendo las tazas de la merienda amontonadas en la pileta de lavar. Abrí la canilla y puse detergente en la esponja cuando sonó el teléfono. Mientras hablaba con mi amiga recordé que debía poner a cargar el aparato que se estaba quedando sin baterías. Eran cerca de las doce de la noche cuando cortamos, hora de irme a dormir.
Esta mañana me desperté exageradamente cansada, quise llamar a la empresa pero el teléfono estaba descargado, fuí a preparar el desayuno y no encontré tazas limpias para servirme café, debí pensar en otra comida para el almuerzo porque la carne, sin la cadena de frío, despedía un fuerte olor a podrido, al levantarme traté de prender el velador, pero como el foco estaba quemado tiré el libro al suelo, perdiendo la página marcada, abrí la puerta del balcón y ví que la bolsa de semillas estaba vacía porque el viento nocturno las había desparramado, sembrando de geranios la calle, el uniforme de colegio de mi hija estaba sucio y debió ir con ropa de calle y encima tuve que soportar a mi marido gritando porque al pantalón que quiso usar, le faltaba un botón.
Todavía no comprendo en qué momento dejé de ser Mujer Maravilla.



Foto para Anaik. Ella insistió en que me ponga los shorcitos azules...



octubre 25, 2007

¡Yo también, Bruta!


NOTICIA DE ULTIMISIMO MOMENTO

Resulta que mi amigo Javier me mostró un video que hizo nuestro otro amigo Danilo (dibujante gráfico) para su programa de tv (porque mi amigo Javier es rico y famoso) "¿Dónde estabas?" que pasan por Canal 9 todos los domingos a la noche, y que tratará esta semana sobre el día que murió Miguel Abuelo, el de Los Abuelos de la Nada.
Como me gustó tanto, le avisé (y el que avisa no es traidor) que se los iba a mostrar a ustedes, así que acá lo tienen. ¡Y después de todo lo que sufrí para poder pasarlo de un formato a otro, agregarle unas cositas y subirlo al Youtube, más que agradecidos estén!. Ah, y si no hubiese sido por Omarcito y el Tipo que estaban en línea y me socorrieron, ni ahí lo veían.
Vean el programa y después se pueden mandar la parte que tuvieron la primicia antes que nadie.
Javier, que te puedo cobrar por esto...
Después lean lo de abajo que no tiene nada que ver con esto de arriba.



¡Yo también, Bruta!

Hay gente que pierde dos días haciendo las cosas mal, en lugar de tomarse dos horas para aprender a hacerlas bien, me dijo El Teta.
¡Esa soy yo!, le contesté en broma... hasta que pensé en lo que había dicho y descubrí que era cierto.

Todos insisten en mandarme fotos zipeadas. Jamás sabré deszipear. Nunca. Me niego a leer y seguir las instrucciones. Cuando llego a la parte que aparecen un montón de carpetitas, cierro el programa y llamo al primero que encuentre en el talk para que las abra. Los poquísimos conocimientos en informática que tengo son porque se incorporaron por ósmosis, pero no hice el menor esfuerzo en adquirirlos.

Para enhebrar una aguja uso lupa. No miento; uso lupa en serio. Si consideran que tengo un aumento de +4 en cada ojo, tratar de pasar el hilo por un agujerito minúsculo es tarea de titanes. Para gente como yo se inventó el enhebrador. Se trata de una cosita (no sé describirla de otro modo) de hoja de aluminio con una especie de rombo de alambre finito en un extremo. Seguramente, en algún lado irá el hilo, en otro la aguja y así uno pasará por la otra. No tengo la menor idea ni intención de saberlo. Será un misterio igual al porqué vuelan los aviones. Y seguiré con la lupa que está guardada junto al costurero.

Después de once meses y gracias a un comentario de mi hijo, entendí para qué sirven los imanes de la cortina de baño. El día que nos mudamos, mi suegra me la trajo de regalo como gran novedad. No podía entender adonde se adherían si la bañadera es de losa. Perdí varias horas buscando la manera de pegar pedacitos de metal para que hiciera tope. La solución hubiese sido llamarla y preguntarle como se usaba, pero eso era reconocer mi ignorancia y no estoy dispuesta a hacerlo con ella. Hace dos días descubrí que los imanes en realidad son contrapesos para que la cortina no se mueva cuando abrimos la ducha. Sólo eso. No se adhieren a nada. Si Gonzalo no hubiese dicho "cosé los contrapesos de la cortina del baño que se están despegando" hubiese pasado el resto de mi vida insistiendo en comprar una bañera de acero inoxidable.

Una marca de tampones femeninos tienen el celofán que los cubre, de distintos colores. Es para que al sacarlo, no queden pedazos de plástico en el algodón y terminemos con flor de infección como una que yo sé. Lo desconocía hasta que esa que yo sé me lo explicó. Pero el color nunca fue una incógnita. Solo dejé de comprarlos porque no podía abrirlos. Usaba una tijera para cortar el envoltorio y cortaba el hilo. El celofán tiene dos flechitas, una para un lado y otra para el otro. Todo lo que hay que hacer es girar en el sentido de las flechas y listo. Me lo dijo Julia ayer. Y así es facilísimo.

Podría seguir con infinidad de cosas, pero para qué, si ya comprobé que lo mío es congénito.
Como dice el refrán, cuando uno nace pito, jamás llegará a trompeta.

octubre 23, 2007

Llamo ya, compro ya

El común de la gente, cuando mira tv, aprovecha las tandas publicitarias para hacer zapping. Exactamente a la inversa que yo. Las publicidades me atraen como imán y no puedo dejar de verlas. Si esta fuera una más de mis tantas locuras no sería trascendente. El problema es que quiero comprar todo. En especial las de "Shame sha, shame sha" que venden inventos inservibles a precio oro. Si estoy alejada del televisor, escucho la música que las promociona y salgo corriendo a ver las novedades. Sueño con tener la escalera que se transforma en andamio, banco, cama, ascensor. Quiero las ollas horno, la luz portátil, el cinturón que adelgaza, la manguera que no se dobla, la máquina de coser y sobre todo el aparato que sirve para pegar piedras y tachas en la ropa.
Yo les creo cuando dicen "este pantalón sale 150 dólares en el mercado, ahora usted puede tener uno igual por sólo 20". ¡130 es un importante ahorro!.
Después están las propagandas de perfumes. Todas y cada una de ellas muestran imágenes surrealistas. Los modelos parecen sacados de una escuela para autistas con terapias hídricas; en la mayoría de los casos hay agua. Uno salta las olas, otra camina entre flores de amapolas que surgen del mar, un tercero, en zunga sobre un bote, se tira encima de una señorita. Si elijo esas marcas seguramente me pasará lo mismo; algún galancete me llevará a las islas griegas, seré etérea y me enamoraré de un atleta que me haga volar en sus brazos con el océano como paisaje. Debo invertir en esto.
También tenemos publicidades con premios. Anoto prolijamente cuales tienen anuncios donde uno ingresa a la página web o manda un sms y si tiene muchísima suerte, le regalan una remera con letras gigantes que promocionan la marca. Entonces voy al supermercado para traer las gaseosas, chicles, desodorantes, conservas, detergentes, jabón en polvo en cuestión, con tal de ganar una y vestirme con una suerte de cartel móvil gratuito.
Los shampoos, acondicionadores y cremas para la cara que prometen milagros son mi punto débil. Cada vez que sale uno nuevo quiero ser la primera en tenerlos. Los arranco de las góndolas para que nadie pueda ser la favorecida con sus virtudes antes que yo.
Y así con todos y cada uno de los productos de venta masiva. Los necesito, porque la mejor manera de saber si algo es bueno o no, es probando.


Llegar a fin de mes se está convirtiendo en una odisea. La famosa inflación "inexistente", el aumento del transporte, las verduras por las nubes. Voy a tener que hablar seriamente con mi marido para que disminuya sus gastos. Esta manía suya de comprar el diario todos los domingos nos está tirando la economía al demonio. Este hombre es un dilapidador.

octubre 17, 2007

Crisol de razas

Una de las características de este país es la cantidad de inmigrantes que lo pueblan. Casi todos somos descendientes de algún europeo o asiático que llegó buscando "hacerse la América".
Así vinieron españoles e instalaron bares y panaderías, japoneses que abrieron tintorerías, italianos que se dedicaban a la construcción, alemanes que fabricaban cerveza, judíos que confeccionaban ropa.
Por estos días, llegan extranjeros de otras naciones: bolivianos dueños de verdulerías, coreanos que hacen competencia a los judíos, argelinos expertos en indigencia, chinos supermercadistas y gitanos que venden autos.
Mi barrio está plagado de estos dos últimos. No soy xenófoba y me daría lo mismo si fueran argentinos, pero son chinos y gitanos. Y los odio. Los detesto con toda mi alma. No a todos, sólo a los que viven en mi barrio.
Cada mañana sufro la persecucion de gitanas que pretenden leerme la mano. Me siguen al grito de "leeenda, que te digo el futuro". No alcanza con decirles que no. Ellas insisten. "leeenda, que te cambio la soerte". Un día, cansada de tanto acoso, les contesté de manera agresiva. Para ser exacta, les dije: "dejame de hinchar gitana de mierda y andá a bañarte". La mujer me miró con cara de odio y me contestó: "que si no me das un bellete te hecho una maldeceón". Eso fue demasiado para mis hormonas alteradas. Me paré frente a ella, entorné los ojos, endurecí los músculos de la cara y le grité: "Ahora la maldición te la hecho yo: SUBENESTRUJENEMPUJENBAJEN", que fue lo único que se me ocurrió en ese momento y me sonó lo más parecido a un insulto en lengua inédita. Afortunadamente, la gitana no conocía el chiste sobre cómo se dice colectivo en alemán, porque me miró espantada, giró sobre sus talones y huyó. Desde ese día, cuando me ven cruzan la calle.
Después tenemos al supermercado chino, exactamente debajo de mi edificio. Es grande, caro, mugriento pero me queda cómodo. Ni siquiera tengo que mojarme cuando llueve. Claro que el costo de comprarles se está tornado exagerado. Hay que soportar el malhumor y la irrespetuosidad de los dueños. No tiene sentido consultar nada, la respuesta a cualquier pregunta es la misma: "no entiendo", y una se queda sin saber si el precio del puré de tomate es el que está justo entre las latas y las botellas, o ese corresponde al papel higiénico.
Es necesario saber matemática cuántica para controlar el vuelto, porque tienen una rapidez admirable para quedarse con más de lo que dice la cuenta. Y ante el reclamo, te tiran la diferencia al piso como forma de humillarte por haberte avivado. De más está decir que redondean para arriba, si el valor es de, supongamos, $1,72, ellos siempre te cobrarán $1,75.
Hace poco tuve un altercado serio con la chinita de la caja, la persona más odiosa y desagradable que conocí después de Sofovich. Le pagué con $100 y me daba vuelto de $10. Cuando le dije que estaba equivocada, empezó a gritarme en su idioma (que a esta altura no sé si es chino, esperanto o griego) y deduje que se negaba a reconocerlo. Justo se le ocurrió montar ese espectáculo un día que yo andaba con los cables pelados. Justo. Empecé a gritar también (ni recuerdo qué) y era tan grande el escándalo que la gente empezó a reunirse a nuestro alrededor para ver que sucedía y no perderse de nada en caso que hubiese boxeo. A mayores alaridos, más me envalentonaba, hasta que terminé parada arriba de la cinta del mostrador de cobro, dando una clase magistral sobre robo, hurto y estafa. Obviamente, esto provocó que vinieran los chinos viejos a ver que sucedía. La china les explicaba en su idioma, y yo en el mío, cosa que no entendieran ni uno ni el otro por el coro de voces mezcladas. Después de unos quince minutos de riña, la china sacó todos los billetes y ¡oh casualidad! mis cien pesos estaban debajo de todos los de 10. Lejos de pedirme disculpas, me tiró el vuelto correcto por la cara y siguió cobrando al siguiente de la fila. Me fui jurando y rejurando no volver nunca más... hasta que necesitara comprar otra cosa. Pero desde entonces me miran con cuidado. Me cobran de más, pero con respeto.
Y como acto de reconciliación, les regalé un cuadrito fileteado, para que tengan a la vista. Dice: "A jodida y peleadora, nada mejor que una argentina de pura cepa".

octubre 13, 2007

Desfile de alta tortura

Una vez al año, el poco o mucho pudor que nos quede a las mujeres, es perdido, basureado, arrastrado como un trapo de piso en manos de un señor (que no es nuestro marido, pareja, amante o cliente) con permiso para tocar. Voluntariamente nos desnudamos frente a él y abrimos nuestras piernas mostrando toda la intimidad que tan cuidadosamente supimos guardar.
Lejos de ser un momento placentero, significa una tortura para nosotras. Desde varios días antes y otros después.
Tratando de mantener nuestro orgullo lo más alto posible, no mostraremos un matorral de vello púbico; esto implica una previa visita a la depiladora. Por alguna razón todas tienen cara de inquisidoras del siglo XV. Te hacen entrar a su gabinete que es lo más parecido a una sala de torturas moderna, y te muestran la espátula llena de cera caliente. "Respirá hondo" te dicen las desgraciadas mientras te arrancan los pelos y la mitad de la vida. Salimos impecablemente peladas y deshidratadas, entre el llanto y la transpiración, pero listas para visitar al señor.
Después del pago de una suma acordada (porque acá las mujeres pagamos para que nos toqueteen), el famoso Dia V femenino ha llegado. El tipo tiene la amabilidad de preguntarte como estuviste ese año en que no te vió y ahí nos desquitamos hablando asquerosidades. Le contamos sobre nuestra menstruación y del exceso o la falta de flujo vaginal. Que se joda por preguntar. Después viene la parte en que él toma revancha y, ya completamente como nuestra madre nos trajo al mundo, nos pide que nos acostemos con las piernas apoyadas sobre un estribo, dejando la naturaleza al descubierto (suyo y de la secretaria que entra en cualquier momento sin pedir permiso).
"Flojita, flojita" te dice el desgraciado mientras te mete sin consideración un espéculo frío, al que desatornilla para que alcance un tamaño similar al de cualquier extintor de incendios. A esta altura, ya no se distingue el dolor que te provoca la pinza con la que te retira un pedazo de útero, todo te da igual. Como si fuera poco, después del espéculo una tiene que soportar que te apriete la panza y se ponga a hurgar con sus dedos nuestro preciado tesoro femenino.
Todavía le queda algo por tocar: el degenerado se encariña con nuestras tetas. Las aprieta, las manosea, nos pellizca los pezones. Y de puro satisfecho, nos manda a vestir.
Aunque esa parte es espantosa, lo peor está por venir. Mansitas como corderos, nos vamos a la sección "mamografía" donde una señorita más odiosa que la depiladora, te mete las lolas en una prensa, dejándotelas finitas como papel tissue. Yo he llegado a la conclusión que las mujeres tenemos las tetas caídas por culpa del mamógrafo y no de la naturaleza. Es imposible que después de tanta compresión, estas vuelvan a su posición original.
Si ustedes creen que todo concluye al fin, están equivocados. Nos queda una semana de angustia para saber si hemos pasado la prueba del toqueteo con éxito. Siete días después, volvemos a visitar al depravado vestido de blanco, y lo miramos con cara de "por favor" mientras lee los informes que le llevamos.
No se trata sólo de saber que estamos sanas. No. Lo que realmente buscamos es no volver a verle la cara a este tipo hasta el año que viene.
Qué felicidad cuando te dicen: "está todo bien".
Cómo odio a los ginecólogos.


octubre 09, 2007

Robando letra a Robando Letra

Hace algunos años mi hija obtuvo un cero grande, redondo y colorado en una prueba de Ciencias Sociales. Había contestado que las Carabelas de Colón eran tres: La Santa María, La Niña y la Pirata.
Pocos meses atrás un amigo de mi hijo, estudiante de segundo año de Derecho en una universidad privada, me preguntó quienes eran los candidatos a intendente por la Municipalidad de Villa del Parque. (Villa del Parque es un barrio que pertenece a Capital Federal).
Días antes, explicándoles unos cuadros a dos compañeras de mi hija, mencioné a Leonardo y a Miguel Angel. Ambas me miraron y preguntaron: "¿Las Tortugas Ninjas existieron de verdad?".
Lo triste de estos tres casos es que son absolutamente ciertos. No salía de mi estupor (esa es la palabra exacta) preguntándome si estaba educando a mis hijos en un lugar equivocado.

Uno de los blogs que más placer me da leer es el de Cecilia. Es profesora de química y sus escritos son lógicos, didácticos y útiles, pero además entretenidos. Como si esto fuera poco, gracias a ella descubrí que la ignorancia cultural no es patrimonio del grupo donde se mueven mis chicos. Afecta a la mayoría de los adolescentes entre los 12 y los... 85 años.
Le pedí permiso a la autora para copiar su último texto y mostrárselos. Pueden surgir dos situaciones: que se den la cabeza contra la pared, o que se rían hasta el desmayo. Ya que esta casita tiene esta última finalidad, léanlo pensando que aún estamos a tiempo de corregirlos.
Lo que sigue son respuestas a una evaluación hecha a los alumnos de un Instituto Católico. La ortografía es original.

Los cuatro Evangelistas:
Los cuatro evangelistas eran 3: San Pedro Y San Pablo.

La catedral de León:
Fue construida por los romanos gracias a un arquitecto americano.

Formación de las cordilleras:
Las montanas no se forman en uno o Dos dias, tardan mucho tiempo en formarse.

¿Qué es la atmósfera?:
La atmosfera es el sitio donde se encuentran los procesos atmosfericos como las nubes. En esta parte se producen los rayos sismicos, que son aquellos que producen los terremotos y el temblamiento de tierra.

Movimientos del corazón:
De rotacion alrededor de si mismo y de traslación alrededor del cuerpo.

Círculo:
Es una linea pegada por los dos extremos formando un redondel.

Averiguar si es primo el numero 2639:
Para mi que este numero es primo porque no hay ningun numero que dividido por este numero que es 2639 nos de exacto. Si usted ve que esta mal lo corrija.

Primera ley de Mendel:
Mendel era un hombre que durante toda su vida se dedico al cruce de las plantas. De sus experiencias hizo un libro pero lo publican en una encuadernacion mala y la gente no se entero Despues de Mendel dos personas descubrieron lo mismo que el sin saberlo y vieron que habian perdido el tiempo inutilmente.

Etapas más importantes en la evolución del hombre:
Sobre el año 570 se cree en la primera aparicion del Homo sapiens. A partir del 570 y hasta el 1200 el Homohabilis. A partir del 1200 y hasta aproximadamente el 1700 el Homohabilis y despues, hombres normales.

El anarquismo:
Es una ideologia racional y astringente.

Marco Polo :
Fue un descubridor cartagines que pretendia descubrir America; que lo consiguio. (Marco Polo: un pionero. Colón: como los 2 huevones posteriores a Mendel.)

Acueductos:
Eran para transportar el agua de un extremo a otro en vez de ir cargando con los cubos.

Los marginados:
Viven en la calle, no tienen dinero y no poseen privilegios como es ovio .

La nobleza:
No podian ser de ella si no tenian sangre y no eran de familia de ese grupo.


Una de posesiones:
En las tierras del noble se uvicaba la casa del señor, el molino, la tostadora del pan, etc...

Literatura-Medir el segundo verso escrito en la pizarra:
Unos 75 centimetros

Esqueleto de la pantorrilla:
Esta formado por el hueso mas largo del cuerpo, que es el fémur que va desde el omoplato hasta la rotula.

El cerebro:
Las ideas, despues de hablar se van al cerebro.

Aves prensoras:
Son las aves que viven en las "prensas", sitios donde hay mucho agua. Tienen bonitos coloridos, como el cuervo.

Ejemplo de gallinacea que no sea la gallina:
El pollo. ¿Está mal?

Depuración del agua:
Se hace por los rayos ultraviolentos.

Movimientos del corazón:
El corazon siempre esta en movimiento, solo esta parado en los cadaveres.

Anfibios:
La rana tiene una hendidura cloacal, por la cual lanza el tipico sonido "cloac, cloac".

Ejemplo de parásito interno:
Las visceras.

Productos volcánicos:
Las bombas atomicas.

Las algas:
Son animales con caracteres de vegetales.

Antibióticos:
El alcohol, el algodon y agua oxigenada.

Glaciares:
Pueden ser por erosion y por defuncion.

Moisés y los israelitas:
Los israelitas en el desierto se alimentaban de patriarcas.

La soberbia:
Es un apetito desordenado de comer y beber, que se corrige practicando la lujuria.

Geografía-Qué rio pasa por Viena:
El Vesubio Azul.

Fases de la luna:
Luna llena, luna nueva y menos cuarto.

Geografia-Holanda
En Holanda, de cada cuatro habitantes, uno es vaca.

Geografía-Afluentes del Duero por la derecha:
Son los mismos que por la izquierda.

Fe:
Es lo que nos da Dios para poder entender a los curas.

El hombre primitivo:
Se vestia de pieles y se refugiaba en las tabernas.


octubre 07, 2007

A Bariloche voy en coche

-¿Qué querés de regalo por tu cumpleaños? preguntó Gingero. Una cadena de oro con un brillante incrustado, le respondí. Vos estás loca, me dijo y se fue.
Dos o tres días después comentó al pasar, que debía viajar a Bariloche por trabajo. "¡¡Voy!!" grité.
"NO", me contestó, empezando a sufrir porque cuando yo digo "voy" no es "me gustaría ir", ni "¿me llevás?". Voy es voy. Sólo de buena que soy, adjudiqué el viaje como regalo de cumpleaños, pero aunque hubiésemos estado en marzo, me colaba igual.
Y así, el viernes me recibió la Cordillera, el Nahuel Huapi y Tía Ganga.
Como ya les conté, con ella nos conocemos de comentarios, mails y chat desde hace cuatro años, pero nunca nos habíamos visto la cara. Nos reconocimos de lejos. Ella me esperaba en la puerta del bar donde habíamos quedado en encontrarnos y yo la ví desde que doblé la esquina. Durante tres horas hablamos sin parar, ni siquiera le dimos oportunidad a Gingero de decir palabra.
Tía Ganga es liiiiiiinda, joven, simpatiquísima. Esas personas con las que uno puede pasar conversando 24 horas seguidas sin aburrirse. Nos tomamos dos tremendos jarros de cerveza artesanal y seguimos dándole a la lengua. Ya era de noche cuando nos despedimos, yo prometiendo volver y ella venir, cosa que espero, ambas cumplamos. ¿Quieren conocerla? Aquí se las presento:


A Bariloche fui tres veces. La primera, hace 26 años, la segunda hace cinco y la última ahora. Ustedes saben que soy quejosa, hinchapelotas e insoportable, pero del único lugar donde no encuentro el menor motivo para protestar, es este. Si la naturaleza hizo una obra de arte, se llama Bariloche. Tengo la fortuna de conocer muchos lugares hermosos de mi país, pero ninguno me gusta tanto como esta ciudad. Ni Villa La Angostura, ni San Martín de los Andes. Porque además los barilochenses son las personas más amables que uno pueda imaginarse, todo lo contestan con una sonrisa.
La ciudad es una torre de Babel: uno escucha todas las lenguas del planeta, pero todos quedan tan maravillados que se les nota en la cara. Y hasta se soporta, con cierta melancolía, a los estudiantes que están en viaje de egresados gritando y ocupando las veredas.
Pero no tiene sentido que se los escriba, mejor miren. Sólo una sugerencia me queda por hacerles: no se lo pierdan. No dejen de ir. A los amigos extranjeros que tengan intenciones de venir a pasear por Argentina, exijan que les incluyan un tour hasta allá, y a los argentinos, vayan, vayan, vayan. Será el dinero mejor invertido.

(Vienen 3 álbunes con quichicientas fotos, preparense)
Corrección de errores: La foto 1 del primer álbum es Lago Escondido, y la N° 9 es Bahía López








Esta vez no pude mojar los pies en el agua del lago porque corría el riesgo que me los amputen. Sin embargo no me fui sin tocarla y tomarme unos cuantos tragos. Para volver, ¿vieron?



octubre 03, 2007

Capicúa

Al que me diga "estás bien para la edad que tenés" no le hablo más. Hoy sumo otro año. Capicúa. Elijan entre 22 ó 33.