Siempre hay alguien que está peor.


junio 04, 2006

No te mueras nunca, Ramirez

Hacía varios días que mi marido insistía con ir a cenar a un restaurante que promocionaban en un programa de radio que escucha. Armamos salida con unos amigos para el sábado a la noche e hice las reservas pertinentes. Por el nombre del lugar supuse que se trataba de comida mexicana y hasta me emocioné por la deferencia, ya que a mi me gusta muchísimo y mi cónyuge la detesta. Me puse mis mejores galas y partimos para San Isidro con tiempo, porque la recepcionista me recalcó la puntualidad. La primer sorpresa me la llevé al bajar del auto y ver el cartel: Te mataré Ramirez. Comida afrodisíaca. Preferí no hacer conjeturas y con la frente alta traspasé la puerta. La ambientación del lugar me remontó a la imágen de algún viejo prostíbulo de lujo, paredes forradas en tela roja, lámparas de caireles con poquísima luz, cuadros eróticos. Nos ubicaron en una mesa pegada al escenario y mientras esperábamos a nuestros amigos nos sirvieron un trago que me hizo preguntar si sobraba alguno: menage a trois. Justo cuando lo llevaba a la boca (al trago) descubrí el salero: un simpático espermatozoide de cerámica. Y después abrí la carta. Ya sabía que allí no podía pedir una milanesa con fritas, pero ver los nombres de los platos hizo que se me corriera el maquillaje de la risa. Fue maravilloso escuchar a mi marido diciéndole a la moza: de entrada quiero "Lamer tus senos y recorrerte hasta que grites de placer", como plato principal "clamo obsenidades entre suspiros y jadeos" y de postre "Te ofreces dispuesta, tibia, húmeda y espectante". Especialmente porque me miraba aterrorizado y con la cara del mismo color que la pared. Enseguida se nos acercó una especie de Brujito Maya ofreciendo tirarnos el tarot y aconsejarnos sobre como mejorar nuestra vida sexual. Por supuesto, rechazamos la oferta. Acto seguido empezó el show. Según parece, este es variable. A nosotros nos tocó uno de jazz y bossa nova sumamente sensual pero muy agradable. El día anterior presentaron Títeres Pornográficos.
La comida era exquisita, pero no puedo asegurar que fuera afrodisíaca. Por lo menos se me pasó cualquier efecto al llegar la cuenta: ahora tendremos que cambiar las cubiertas del auto el mes que viene.


Comentarios:
Casualmente hay una sucursal a tres cuadras de casa.
Desde afuera parece un cabarulo, y me estás confirmando que te hacen el upáit a la hora de la cuenta, o sea...
Si querías fifar, vas a que te fifen. :P
 
Sí, son dos: el de Palermo y el de San Isidro. Estos amigos con los que salimos habían ido al que está cerca de tu casa y me comentaron que son bastante diferentes. Este estaba muy bueno, pero muy, muy, muy caro. Exageradamente caro.
 
Me estoy meando de la risa! Increíble el mercado bonaerense, me muero de la más sana envidia...ja!
 
Es cierto. En Buenos Aires encontrás lo que se te ocurra. Nuestra próxima salida será el Tour del Miedo pero aún no pusimos fecha.
 
Impresionante el menú.

¿No había bocaditos delicados tipo Tepar tocomu najo?
 
Ya lo anoté para no ir nunca... buajjjjjjjjjaajajaj

Besos y forros.
 
En esta dirección www.tematareramirez.com podés ver el menú Teta. Esos bocaditos no los oí, pero sí Reven tame papit.

Dudis, al contrario, tenés que ir. Yo me imagino tu cara pidiendole al mozo "recorrer tus orificios con mis labios" y me parto de risa.
 
Y al final, el plato "clamo obsenidades entre suspiros y jadeos", qué era?
Quiero imaginarme que no era milanesa con fritas...
 
Y al final, el plato "clamo obsenidades entre suspiros y jadeos", qué era?
Quiero imaginarme que no era milanesa con fritas...
 
Denme 5 minutos, que repito el comentario.
 
Honestamente Anony, elegimos los platos por el nombre más que por la descripción . El mío por ejemplo tenía: Fálico y erecto solomillo de cerdo envuelto en protección tibia y húmeda con afrodisíacos vegetales en pellizcos exitados. Traducción: eran unos mini caneloncitos riquísimos con una salsa de crema y zanahorias. (eso fue lo que descubrí, el resto de los componentes te los debo). Lo que comió mi marido era conejo con no se qué.
 
viste, yo en la cocina ponía cocina exótica, estos turros me afanaron la idea
 
Pensar que todo empezó con los suspiros de monja y las bolas de fraile.

(jaaaaaaaaaaaaaaa!!)
 
Clari, es que en lugar de comida exótica deberías haber puesto "comida erótica" y ahí sí, le iniciabamos juicio.

Bater, tengo una de monjas y curas que me contaron justamente esa noche... ¡mortal!. En otro momento la posteo.
 
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