Siempre hay alguien que está peor.


julio 17, 2006

Rutas Argentinas (letra de protesta)

Yo soy de las que cree que los argentinos no somos tan malos. O por lo menos no somos más malos que en otros países. Es decir, hay unos cuantos jodidos, pero en general la gente es solidaria, amable y buena onda. Casi siempre. Excepto cuando manejamos. Ahí nos sale el Mister Hyde del alma y se nos terminan las contemplaciones. Alguna cosa debe provocar el motor del vehículo que afecta directamente al cerebro, sino es inexplicable que en este suelo patrio las personas salgamos a las calles y rutas viendo al otro (digo, al otro que también maneja por el mismo lugar donde pasamos nosotros) como un enemigo potencial que DEBE ser destruído.
Lo peor es que se da en todos lados: en las ciudades, en los pueblos y hasta en los caminos rurales. De respetar semáforos, ni hablar. ¿Normas de tránsito?, no gracias, no son para mí.
Yo vivo en una esquina bastante particular. La vereda de enfrente está "corrida" unos veinte metros a la derecha, o sea que si usted quiere pasar por la calle lateral de mi casa, debería doblar esa distancia para retomarla. Ese pedacito es contramano, así que, si uno fuera educado, tendría que dar vuelta a la manzana en una suerte de U para seguir por donde venía. En los casi cuatro años que vivo en esta casa, nunca jamás vi a un sólo automovilista respetarlo. Pero ni siquiera cuando está la policía de tránsito (que se hace millonaria allí, gracias a las coimas que levanta). ¿Accidentes? Día por medio.
Ayer volvíamos de Colón en la que creo, es la ruta más peligrosa de Argentina por ser el paso directo a Brasil y Uruguay. Es una ruta angosta, llena de lomas y curvas.
Lloviznaba, había neblina y no se veía un pomo, si me permiten la expresión. Adelante nuestro iban en fila india cinco camiones pegados unos a otros. En el sentido contrario venían infinidades de autos, colectivos y cuanta cosa con cuatro ruedas exista. Los camiones que venían detrás nuestro se cansaron de ir despacio y tres (TRES, 3, III) Scania doble cabina, acoplados de veinte metros, veintiseis ruedas (no las conté, pero más o menos) se olvidaron que no era autopista y nos cruzaron a 150 kms. por hora, obligando a los que venían de frente a tirarse a la banquina. Dos camionetas cayeron al campo (una llena de mandarinas). Jamás pararon, jamás los paró la policía, jamás les importó la suerte de los demás. Los autos caros y las 4X4, tampoco querían perderse la diversión de matar a varios, y pretendían pasar en doble fila a los que tenían adelante. Los que no queríamos suicidarnos parecíamos el queso de un sandwich, y adentro lo único que se escuchaba eran rezos a todos los santos conocidos. Los puestos de gendarmería (que supuestamente serían los encargados de evitar estas cosas), por ser domingo, lluvioso y tarde, estaban vacíos. Tan contracturados llegamos que el descanso del fin de semana no sirvió de nada.
No se me ocurre solución a este problema: indudablemente la educación vial no sirve.
Mi señor esposo opina que los conductores deberían portar ametralladoras Uzi y descargarla sobre los infractores. Pero como todos somos infractores en alguna medida, este país quedaría despoblado.
Bueno, sería una manera de devolverle la tierra a los indios, que tanto la reclaman.


Comentarios:
Algún dia, vino de por medio te cuento de una vez, que el que se fué a la banquina fuí yo y mis métodos de impartir justicia.
 
Más que a mí, se lo tendrías que contar a mi marido, que (me imagino tus tácticas) te tendría de ídolo por el resto de sus días.
 
Te agarran ganas de ser el Profesor Locovich y salir volando. :P

La cuestión es que muchos camiones se comunican entre sí por radio y se olvidan que el resto NO LOS ESCUCHA. Se ponen de acuerdo y arremeten porque les tienen controlados los horarios de llegada o (ja, a quién no) quieren llegar tempranito a ver a la patrona (o equis, ponele) y se recagan en el resto.

Este año volvi de Mendoza con una lluvia del recontramil carajo. Por supuesto que el chofer iba a 130 como si hubiera sol. :P

Qué gimnasia para los esfínteres!!!
 
Cómo estuvieron las termas?
Es imposible que no te haya sucedido algo anecdótico.
¿Cuándo viene Julia?
Ves por qué no manejo en la ruta?, me tengo mucha fe manejando pero nada a los demás conductores.
Cariños.
 
Ayer tomamos la patente de uno de los camiones que nos cruzó, Bater (CZF 306). Nunca pudimos encontrar un puto policía para hacer una denuncia. Eso sí, cuando íbamos nos pararon diez veces a nosotros para pedirnos los documentos del auto.

Clota, esta (como siempre) fue una salida cuasi gastronómica. La pasamos muy bien, comiendo y comiendo.
Después hablamos vía mail lo de Julia.
 
eso les pasa por no ir via neuquen pasando por senillosa, un pueblito ubicado al lado de la ruta que vive de las multas, por que en esa ruta nacional, frente a senillosa la velocidad maxima es de 20 kmts por hora y SIEMPRE está el cana, claro de otro modo no podría subsistir el pueblo, 4 ranchos y uno de ellos es la municipalidad (palabras textuales del cana) y encima el caradura nos pide que le llevemos a neuquen al jefe de él, le dijimos que no, que o saca la multa o se va caminando, obvio, el tipo tuvo que caminar o esperar algun gil que lo levante
 
¿Ves? Eso te pasa por creer en la gente: te llevás sorpresas de ese tipo.
Dejás de esperar nada de nadie, y chaupinela. Todo encaja.

Un beso grande.
 
Clari, justamente esta ruta (la 14) es la que mayor número de multas aplica, porque tiene radares fotográficos de velocidad cada 10 kilómetros, a las bajadas de las lomadas. Cuando vas subiendo te dice: velocidad máxima 120 Kms. A los 200 mts (cuando empezas a descender): Velocidad máxima: 80 kms. Es imposible disminuir la marcha sin frenar. Yo adoro a los entrerrianos, pero en eso son unos turros.
 
¡Ay Romu, no seas trágica!. La mayoría de las veces he recibido satisfacciones de las personas, no todos son como estos hijos de tuna.
¡Dejá de leer tanto Esopo, haceme el favor!
 
vendo uzi, excelente estado.
:P
saludos.
 
Ginger: Decile a tu marido que cargue unas 3 o 4 piedras tamaño pelotita de ping pong en el auto, para no tener que buscarlas de apuro, y que siempre esté dispuesto a volverse unos 10 kmts.

lo demás sale solo.
 
Compro, deapoco. ¿viene con balas?

Le digo, Angel. Seguro, pero seguro que te hace caso. Es más, hasta te diría que perfecciona la técnica.
 
La gente, corazón, aparece tal cual es cuando está en la cosa límite; cuando tiene que decidir entre si dejarte pasar o arrugarte contra la banquina.

Cuando hay sol somos todos buenos y bonitos, qué gracia.

Un beso igual.
 
Baterflai, yo también recuerdo un par de veces que micros de pasajeros nos pasaban como postes caídos, mientras íbamos a 120km/h. bajo lluvia.
Y la paradoja de quedarnos mirando el cartel en la parte de atrás del micro que decía "vel. max. 90km/h"
 
Te repito Romu, que en la vida me encontré con gente que no sólo me dejó pasar, sino que hasta me prestó el camión. Otro beso igual.

Hola Anony. (como le estás hablando a Bater, te saludo nomás).

¿Cómo, [Ge]?. ¡Y yo que estaba contenta con haber ubicado a mi suegra!.
Gracias a vos, muy entretenido tu blog.
 
No es por dar manija, pero en Uruguay, los peores accidentes carreteros del verano tienen como protagonistas algun argentino...Con esto no quiero decir que acá se maneja de academia...que va...pero somos más pacatos, y también se nota en la calle.
 
Serán pacatos para manejar, pero lo que es para elegir escotes...
 
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