Siempre hay alguien que está peor.


septiembre 02, 2006

Banchero, la historia

Como muchos de ustedes no conocen la historia ni el porqué del Comando Banchero, les voy a contar de qué se trata este grupo chiflado que nació por nostalgia y que cada día es más grande.

Hace tres años, un argentino que vive en Barcelona, un poco para extrañar menos y otro poco porque le sobraba el tiempo, abrió un blog al que llamó Weblog de una Mujer Gorda.
De todas partes del mundo, otros argentinos y algunos españoles fueron llegando casi en un boca a boca (o mejor dicho, en un e-mail a e-mail) a leer las aventuras de una señora mercedina (Mercedes es un pueblo argentino) y de su familia. Poco tiempo después el autor empezó a escribir otro blog, pero éste más personal, que denominó Orsai. Los mismos lectores del primero, se hicieron eco del nuevo y empezaron a formar un círculo de comentaristas sobre los textos publicados. Al principio con cierta timidez, luego sintiendose casi como en su casa. Por esa época todo era una fiesta, más allá de los maravillosos y en muchos casos referenciales post, leer los comentarios era tan o más divertido que la misma letra. El tiempo pasaba y mayor era nuestra participación, que por supuesto, Hernán compartía y alentaba. Ya su casa era la nuestra y su hija la sobrina de todos. Así nos entreteníamos luchando contra invasores foráneos, generabamos logos para el título, armabamos negocios delirantes (llegamos a vender medias levitantes) y nos sacabamos chispas a la hora de ser ingeniosos en nuestros aportes. Mientras tanto nos ibamos conociendo un poco mejor, y abandonabamos cualquier trabajo entre las dos y las cuatro de la tarde para juntarnos en un chat privado (el gallinero). Acompañamos a Hernán en sus nuevos proyectos y le hicimos el aguante siempre. Por esa época ya queríamos vernos las caras, así que lentamente nos fuimos conociendo en vivo. Pero un día llegó la hecatombe. Medios masivos pusieron sus ojos en este argentino loco que convocaba a otros locos iguales y Casciari saltó a la fama . De ser el chico mercedino se transformó en el gurú de los bloggers. Premios, menciones, reportajes estaban a la órden del día. Nos alegramos casi como si hubieramos sido nosotros mismos. Pero la fama también trae otra parte: ahora cualquiera que leyera un diario o escuchara una radio sabía de la existencia de Orsai. De este modo se fueron integrando nuevos comentaristas que no supieron, pudieron o quisieron comprender la mecánica de esta página, que justamente tenía como característica ser distinta a cualquier otro blog, porque era un poco de todos. De pronto los comentarios pasaron a ser demostraciones de cuan inteligente o buen escritor suponía que era quien los escribía. No había respuestas ingeniosas, ni compases divertidos entre comentaristas. Ahora todo era una competencia de egolatrías. No todos eran así, por supuesto, pero en la multitud nos era difícil reconocer y compartir con los iguales.
Nosotros, los antiguos, los históricos, empezamos a sentirnos que nos habían dejado sin techo. Ya Orsai no era nuestra casa. Sin embargo la amistad que había nacido allí se mantenía, y era una alegría reunirnos algunas veces en una pizzería del centro de Buenos Aires llamada Banchero.
Después, cada uno de nosotros fue abriendo su propio blog, recibiendo visitantes y haciendo nuevos amigos. Pero ninguno quería perder aquello que tanta felicidad nos había dado y a muchos nos sacó del letargo en el que vivíamos. Así que decidimos formar nuestro propio Orsai. El de los viejos, el de los que entrabamos por la puerta de la cocina. Y armamos el Comando, que no es otra cosa que un grupo de nostálgicos con ganas de pasarla bien. Adoptamos el nombre del lugar que nos vió nacer: Banchero, y ahí todos somos los que fuimos, aquellos que no dejamos de reirnos de nosotros mismos junto a Hernán. Y el gordo, por supuesto, no falta nunca a las reuniones.


Comentarios:
Ni se te ocurra borrar!
 
Gracias Teta.
 
Es curioso todo esto, porque yo no comparto la misma nostalgia. Es decir, esa cosa de "cuando éramos sólo los de la foto". Claro que recuerdo que fue una buena época, en que al haber tanta gente en la misma sintonía era genial. Aunque siempre lo que lo hacía regresar a uno eran los posts, en primer lugar. Lo otro era como el postre, en el cual vos también podías ser genial.

Yo hice el proceso inverso, primero leí Orsai y después algunas cosas de la gorda, de la que nunca fui amigo, sino sólo visitante.

Lo que sí es cierto, en ni caso, es que haber llegado temprano a Orsai me trajo ventajas, como la de que fui a la casa de Hernán y fui tratado como amigo de la casa. Creo que eso probablemente no se da si recién ahora, en la muchedumbre, estuviera comentando. Una de la veces que llegué a la casa de Hernán, hasta me hice pasar por él con Bernardo usando el messenger (o gtalk, no recuerdo). Después de esa visita a Barcelona, regresé a mi casa, a leer por fin a la gorda, pero a la gorda gallega.

Pienso que era lógico que sucediera la masividad para Orsai, lástima que no vivo en Argentina, porque seguro iría a las reuniones.
 
Bueno, a nosotros nos pasaba un poco al revés. Los post eran la excusa para volver y encontrarnos (al menos a esa conclusión llegamos anoche después de tomarnos unas diez botellas de vino).

Incluso no dejamos de agradecerle a Hernán el habernos conocido, sin embargo antes él era un compinche, ahora es un escritor.

José, quedate tranquilo que en cualquier momento te caemos por Guatemala, mirá; ya fuimos o fueron a Uruguay, a Chile, a Mendoza. Sigue tu país y después saltamos a Barcelona para compartir un asado con Barbarita.
 
Seguro que estás escribiendo el post de anoche.
Juas!!

Qué bien la pasamos.
 
Todavía no logré abrir bien los dos ojos, pero estoy juntando fotos de acá y de allá para que salgamos todos lindos, (menos vos, boboncha fotofóbica. Ya te voy a convencer)así que el post lo subo mañana
La pasamos fa-bu-lo-so.
 
La próxima vez que vaya quiero asado fa-bu-lo-so. Me llegan a llevar a Banchero con el cuento del comando, me paro en la silla y recito comentarios de Haffner.
 
Nuuuu. Me parece, Ber que estamos a punto de cambiar el nombre, en lugar de Banchero ahora vamos a ponerle Malabia.
 
No sabés la que te perdiste, Bernardo, estuvo maravilloso, con las canciones y la voz de Mariana y el truco del chocolate de Batter que no falló (porque no falló ¿no? o sigo en pedo???)y el tipo EL súper asador y Anony cual heladero a domicilio, los vinos y las historias del ángel, los tangos de Toro, las risas de Cris, Ginger y Rabino, la paz de Faivel, las pelotudeces crónicas mías.

TUVO BUENO: MUUUUUUUUUUY BUENO

Besos y recuerdos
 
Que me importa
cuchillito que no corta
 
Seguro que estuvo feo, ni siquiera se animan a mostrar las fotos, mira la hora que es y todavía nada, JA!
 
Uy! Qué verdad, Ginger!
Y cuántos que quedaron en el camino y ya ni aparecen siquiera para saludar.
Qué será de la vida de mentecato, de Shered, de Lununa, de Susy de la vuelta, de Guido Gorgatti y de Aito de la Rúa?
Alguien sabe qué corno está haciendo Aito de la Rúa en este momento?
 
Ya va, ya va que estoy escribiendo. En media hora saco la crónica calentita.

Sonia, dejá de llamar que por Orsai volvieron a aparecer algunos muertos vivientes. (no lo digo por Mentecato, que justo se le dió por escribir un comentario).
 
Quién apareció? Guido Gorgatti? Aito de la Rua? Guido Suller? Gomez Fuente?
QUIEN????
 
Rayos, recien haora pueda entrar por culpa de un maldito filtro que cerraba esta pagina cada vez que la abria(y juro que no estuve buscando cadenas de rusas); pero al menos ya tengo claro lo de Banchero...a ver si vienen a Peru algun dia..XD; creo que les interesaria como tomamos la referencia a Banchero aqui.
 
Publicar un comentario



<< volver al blog