Siempre hay alguien que está peor.


febrero 22, 2007

Mis vecinos los asesinos

El edificio donde vivimos tiene cuarenta años de antigüedad. La mayoría de las personas que lo habitan son sus propietarios originales, esto significa que los más jóvenes superan cómodamente los 70. Debo aclarar que nunca tuve problemas con la gente mayor, al contrario, los prefiero antes que tratar con niños pequeños... claro que una siempre está a tiempo de cambiar de gustos.
Desde que nos mudamos empecé a conocer a los vecinos. Ellos se fueron presentando solos, en la puerta de mi casa.
A los tres días de instalados tocaron el timbre. Abrí y me encontré con una viejita de cabello blanco y anteojos culo de botella. Ni bien me vió empezó a llorar y entre hipos dijo: "¡Yo quería tanto a su tía!". En mi cabeza sonó la alarma: ¿mi tía? ¿cuál de ellas? ¿quién se murió?. Creí haberlo pensado pero parece que lo dije en voz alta, porque la señora me evaluó con cara de profesora de matemáticas en medio de un exámen, llegó a la conclusión que yo era medio tonta y aclaró: "Su tía, la que vivía acá". Ahí comprendí. Se refería a una tía política de mi marido que falleció hace quince años. Sin más palabras, la anciana me corrió de la entrada con el bastón y se metió en el living. "Soy Chola del tercero "B"", dijo. "Vengo a ver como quedó el departamento después de los arreglos". Y acto seguido recorrió los dormitorios y la cocina, murmurando algo que no entendí. Cuando terminó la inspección volvió al pasillo, no sin antes tener la amabilidad de recordarme que ante cualquier problema... llame al portero.
Unos días después subía a la azotea con mi canasto lleno de ropa mojada, cuando, pasando por uno de los últimos pisos, escuché gritos. No, gritos no; alaridos. Será porque veo demasiadas series policiales en televisión, pero lo primero que imaginé es que estaban descuartizando a un viejito, para robarle su magra jubilación. Canasto en mano corrí a la oficina de administración, donde uno de los secretarios de la administradora (porque acá la administradora está demasiado ocupada hablando por teléfono con las amigas, así que tiene dos secretarios), leía un folleto de turismo a las Islas Vírgenes. "¡¡Carlos!!" le grité, "¡llame a la policía!. En el piso 13 o 14 hay un señor gritando, entraron ladrones!". Sin levantar la vista de la publicidad, Carlos me dijo tranquilamente: "No te preocupes, es el señor del 13 "E", el pobre tiene Alzheimer, grita todo el día". Pegué media vuelta y salí empezando a preguntarme en qué clase de loquero nos habíamos metido.
Los lunes limpio los vidrios. Todos los lunes, porque no soporto ver la colección de huellas digitales que dejan mis hijos cuando abren las ventanas. Lo primero que hago al levantarme es llenar un balde con agua, sacar el trapo, el escurridor, papel, y hasta que no quedan impecables no los dejo. Mi certificador de calidad es el gato. Lo subo a la cama de Gonzalo y veo: si se estrella contra la ventana tratando de saltar afuera, es porque están perfectos. Estaba admirando mi trabajo un lunes cuando escuché el ruido: algo así como una mezcla entre las cataratas del Iguazú y las del Niágara. Cuando reaccioné era tarde. Litros de agua caían salpicando lo que encontraban a su paso. Tanto esfuerzo arruinado. Rápidamente agarré el intercomunicador y llamé al portero: "Se rompió un caño de agua" le expliqué, "está derramando cantidades de líquido por la pared que da a Lamarca". "No se rompió nada", me dijo, "es la señora del 4 "A" que limpia el alfeizar de las ventanas. Dice que las palomas se la ensucian y cree que las heces afectan su salud. Lo hace día por medio". Desde entonces controlo la hora de la catarata: siempre antes de las 10 de la mañana. Ahora limpio los vidrios los lunes, miércoles, viernes y domingo a las 11.
El martes pasado volvió a sonar el timbre. Una señora de ochenta y pico estaba parada en mi puerta. Se presentó gentilmente y me aclaró que su nombre era Berta. Necesitaba un favor: mi número de teléfono. Explicó que vivía sola en el 2 "A", cuyas ventanas dan a una terraza interna. Noches anteriores había escuchado pasos a las tres de la mañana, y tuvo miedo. Obviamente, le dí mi número con gusto pero también le pregunté qué le impedía llamar al guardia de seguridad del edificio, con el que tenemos línea directa y además le pagamos una fortuna. Según ella, se cansó de tocarle el timbre y el vigilante no respondía. ¡Me indigné!. ¡El trabajo del hombre es permanecer despierto por si tenemos emergencias!. Sin falta presentaría una queja al día siguiente.
Ben Affleck me declaraba su amor en una isla paradisíaca. Me regalaba un anillo de diamantes y juntos nos íbamos a ver el atardecer. De golpe sonó el teléfono. Mi corazón golpeó contra las costillas y en un microsegundo pasó de ochenta a trescientas diez pulsaciones por minuto. Abrí los ojos buscando a Ben Affleck pero sólo encontré a mi marido roncando. El teléfono seguía sonando. Imaginandome lo peor, primero miré la hora (02:37) y luego la pantalla de identificación: "Berta" decía. Del otro lado, la viejita hablaba en un murmullo pidiendo que mirara por la ventana: los pasos regresaron. Desperté a mi marido y levantamos la persiana. Lo único visible eran tres palomas durmiendo, ni una hoja volando. Busqué una linterna reflector e iluminé el predio: nada. Volví al teléfono y le dije a Berta que duerma tranquila. No había nadie. Ella seguramente soñó con Cary Grant. Yo ví pasar las horas sin poder conciliar mi sueño.
Ni bien me levanté, bajé a hablar con el encargado y le expliqué la situación: doña Berta escuchó pasos, me llamó: hay que poner más vigilancia. El encargado me miró con cara de lástima y sólo dijo: "Ahora te tocó a vos. Doña Berta sufre delirio de persecusión. Tiene el teléfono de todos en el edificio y los llama a cualquier hora diciendo que alguien quiere meterse en su casa. El guardia ya la conoce y no le lleva el apunte".
Soy una persona optimista por naturaleza y de lo negativo siempre saco una enseñanza. Lo bueno de esto es que ya puedo vislumbrar como será vivir en un geriátrico cuando mis hijos decidan internarme.


Comentarios:
pero como otro post! con lo entretenidas que estabamos hablando mal de los hombres! en fin, que cruz, señor que cruz... a leer...
 
me quedé pasmada... aquí solo tengo sicópatas que odian a los niños... el mío es el único en el edificio de 9 deptos... pero casos de geriátrico no tengo... en todo caso la abuela de mi marido era como tu Berta, y se llamaba Herta!!!! juajajaja la versión argentina de la idem! pero ojo que en el caso de la alemana era la dueña del edificio, así es que ni caso de ignorarla...
(buenas noches, si puedes...)
 
Pal, pueden seguir charlando en el post de abajo. Escribì este hoy porque hasta el pròximo martes dudo que tenga tiempo.
Si mi marido tuviese una abuela dueña de un edificio parecida a Berta, primero le hago firmar un testamento a mi favor, y despuès la tiro por la ventana!!
 
No se si Ben Affleck, pero Gaston Pauls estpa buscando pareja para filmar "La suerte esta echada 2". ¿Te consigo turno para el casting?...
 
Jajaj me hiciste matar de risaaaaaaaaa!!! Con vecinos asi quien quiere enemigos?

La vecina de la casa de mi familia, donde vivi hasta venirme aca, se llama Berta tambien y es un personaje, igual mas personaje era su marido que en paz descanse: cada vez que llovia se nos tapaba el patio hasta que un dia descubrimos mirando por la ventana que el buen senior ponia PIEDRAS en la rejilla de su patio, que daba al nuestro, para que se nos inunde a nosotros y no a el. Bonito verdad?
 
Menos mal yo nunca me he relacionado con mis vecinos (lo herede de mi padre), por acá la mayoría son adultos, muy pocos niños unas cuadras abajo. Y por Gracia de Dios, los ancianos son muy saludables, y hablo de ancianos de 80 años o más, la gente de menor edad parece mucho mas joven.
 
Ay nena, Berta, Berta nooooooooooooo!!!

Te presto al salchichuahua, querés?

(soy feliz aca donde NO HAY RUIDO NI VECINOS QUE JODAN, NO QUIERO VOLVEEEEEER)
 
Pobre Ginger!! (Igual te digo que Ben Affleck no era para vos, dejá nomás)

Nunca en mi vida viví en Edificio, pero puedo contar algunas anéctodas de donde vive mi hermano: Edificio casi en su totalidad habitado por estudiantes universitarios. Un día voy de visita y nada, no me atendían. Al rato se asoma alguien del octavo piso (mi hermano vive en el 4) y desde allá grita "ya te tiro la llave". Dicho y hecho, el desconcido me tiró la llave de mi hermano por la ventana (?).
Otro día estaba yo tomado mate ahi y de pronto entra un pelilargo, tatuado, en calzoncillos !!. Mi hermano, como si nada: "Te presento a Juan, el vecino del piso de arriba"...
Eso mas que edificio es una especie de comunidad con los horarios diferentes al resto de la ciudad, con la música siempre a altísimo volumen, y otra concepción del significado de "propiedad privada".

Si te cansás de los viejitos, le digo a mi hermano que te busque depto en su edificio ;o)
 
Omarcito, me hiciste acordar que hace un tiempo quiero escribir un post sobre gitanos.
No, no me consigas, en mi caso vengo filmando la pelìcula todos los dìas.
 
Barluz, yo tenìa otra vecina en Olivos, de ochenta y pico, que cada vez que iba el jardinero, le hacìa dejar la basura en mi casa, para que la suya luzca siempre impecable.
 
Nictè, vos te pareces a mi marido: él nunca se entera quien vive al lado. Yo, al contrario, saludo y hablo con todo el mundo. Por eso me pasan estas cosas.
 
¿Viste Bater que las personas tienen el nombre que se merecen?. En realidad tengo que mantener buenas relaciones con Berta, porque si mi gato decide tirarse por la ventana, cae en su terraza. (Digo, serìa la forma màs ràpida para rescatarlo)
 
Anaik, te juro que en el edificio de Vicente Lòpez donde vivì ocho años, todo era como el de tu hermano. Salvo contadas excepciones, todos tenìamos la llave de los demàs y eramos realmente amigos. El dìa que me fuì de ahì llorè tanto que inundè la calle (bueno, metafóricamente hablando).
 
Cuando te olvides la llave (o la pierdas) y no haya nadie que te atienda, le vas a tocar el portero a Berta, y rogaras para que te diga "AAAAABriooooooo, AAAAAbrioooooo".
 
Mirà Inte, te juro: voy a tratar de sacarle una foto sin que se dè cuenta y la voy a subir. Es igualita a Mamà Cora.
 
Mira, el testamento lo firmó a favor de mi suegro, y después la tiraron al asilo... tal cual... murió, y mi suegro está radicado en una islita del mediterraneo... (diós que no me lean! que nos desheredan... y puede que algo quede...)Es más esto no lo firmo... y uds no me conocen ya?
 
No te conozco, anònimo, pero me acuerdo donde vive tu suegro y encima se casò hace poquito con una de 25. Me parece que te cagaron la herencia.
 
No van a creer lo que acaba de pasar, pero juro ante mi colecciòn de libros de Agatha Christie que es cierto: suena el portero. Levanto el auricular y escucho 89 voces diciendo "hola, hola ¡quién es!". Despuès de un ratito contestan: "soy Berta, del 2 "A", quiero saber si ustedes oyen bien, porque en mi portero la voz sale mal o alguien la disimula". No sè cual fue la respuesta del resto de los propietarios, yo vine corriendo a contàrselos. Por favor, alojenmè con ustedes!
 
GIREN SU CABEZA PARA LA DERECHA Y MIREN EL "SE LO QUE HICISTE"
 
¬¬U...el tema del karma estuvo interesante pero llegue tarde; bueno, al menos ya ingrese al instituto que queria, XD..hubiera deseado quedar primero pero asumo que la pregunta del oso me resto puntaje..;_;...; la abuelita parece todo un caso, Gin, como asi no habias notado esos detalles antes de mudarte?como es que las mujeres son tan sociables? en mi caso yo a duras penas hablo con los tios que viven en mi casa y con los de afuera mi tipico saludo de amor y paz..-_-U
 
Muchísimas gracias! Que honor, figurar ahí.
 
Pyro, en todos los edificios suceden cosas por el estilo, en algunos màs y en otros menos, pero no te olvides que vive demasiada gente en un espacio reducido. Igual, creeme que yo me divierto como loca.
 
Usted se lo merece, Anaik. Quiero torta.
 
Pase por casa cuando quiera!
(Tu saludo es el regalo mas lindo que me han hecho)
 
Hummmm...a mí no me engañás, Ginger, vos estuviste viendo "El bebé de Rosemary" y ahora querés ser Mia Farrow.
Por lo que sea, si te llevan algo para comer mejor no lo toqués, JA JA.
 
Por lo menos tus vecinos te saludan. Yo llevo once meses viviendo en el mismo dpto y los únicos que me saludan son los vecinos del dpto de al lado, a algunos todavia no les he visto nunca (no es que yo viva en la calle y vuelva a casa cuando todo el mundo duerme, eh? no vayan a creer) y algunos me cruzan a la entrada del edificio y aún viendo que voy a entrar con toda gentileza cierran de un portazo ¿no son divinos?
 
Anaik, gracias. Pero entonces no te mando el cuadrito de "Home Sweet Home" que te compré en un todo por 2$.
 
¡Me hiciste acordar de algo, Laura!. Alguna de la misma línea de departamentos que el mío, hierve coliflor todo el día. A esa sí me dan ganas de buscarla con una escopeta de caño recortado y apuntarle a la cara!
 
Acá en general son simpáticos, Tía Ganga. La mayoría de las veces subo en el ascensor con los viejos y sus perros (porque todos tienen mascotas). Como amo los animales no me molesta para nada, pero nadie tuvo la gentileza de preguntarme si no tenía problemas en hacerlo.
 
nena, yo vivo en 20 mts cuadrados, el edificio es de 5 plantas , estoy en el primero, abajo no hay nadie, en el segundo tampoco, pero en el 3ro hay un señor mayor con su hija y su nieta, la pendeja parece que tiene un petardo en el tujes, baja los 3 pisos a los saltos por la escalera de madera, y como todo está muy cerquita, no te dás idea que sensación acogedora cuando el monstro llega a los saltos, en el cuarto vive un matrimonio de gitanos, sin comentarios.
eso si, son bastante solidarios pese a ser "especiales"
 
Ese quiero torta sonó feo.
 
Clari, descubrí que tengo una pila de vecinos chinos, que son los dueños del supermercado que hay abajo. Estos no tienen hijos pero son tan ortivas que además de no saludar, te cierran la puerta del ascensor en la cara cuando estas por subir.
Y además, este barrio está lleno de gitanos, no te cuento las experiencias que ya tuve, porque espero hacerlo en un post.
 
Angelito, lo tuyo se llama mente podrida. Traducción para vos: Anaik: quiero bizcochuelo de chocolate relleno con dulce de leche y cubierto con merengue italiano.
 
Me reí muchísimo, nosotros cuando vivíamos en un edificio, ph ahora, solos solos, mis padres se peleaban con la forra de arriba porque el marido no regaba sino que baldeaba(juro, con un balde las regaba) las plantas y nos llenaba de tierra las ventanas(encima mi madre odia limpiarlas) así que era pelea todos los días o bajar las persianas para evitar la discusión.

Y qué mala, pobre gatito, jajajajajaja. Yo tengo una guerra con los vecinos de abajo, son 80, no entiendo, ella es mamá coneja y año por medio tiene uno, matrimonio anterior, el, una hija, ella del suyo dos, más los que ya tuvieron juntos, dos, y tienen perro que no se como, no ladra, mejor. Los pendejos cuando ella no está (que los hace lavarles todo, mi mamá le envidia la capacidad de mando) ponen cumbia al mango y un día me cansé, yo practico highland, escuchaste alguna vez una gaita? No...? Bueh, imaginate 30, un cd de marchas, dos tremendos parlantes en el piso, al mango y me fui. Los curé de espanto a los pendejos forros, y si lo suben mucho acto seguido me pongo a practicar y entonces les baila el techo, a mi no me van a ganar. ^^

En la guerra con los vecinos es muere o vive para contarlo.
 
Así que te mudaste Ginger? Cuándo? (perdoná, pero es la primera vez que entro en tu blog).

Mirá, éramos casi vecinos en el partido de Vicente López. Y justo yo ahora también me mudé, a Coghlan. Vos por donde? Quizás volvemos a ser vecinos...

Las anécdotas de consorcio las dijo para otro momento...
 
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