Según la Wikipedia, Murphy era un ingeniero norteamericano que fabricaba cohetes y, hablando con un compañero sobre la alternativa que estos no volaran, pronunció una maldición que caería sobre la humanidad, y hasta ahora no pudo ser revertida: «si algo tiene la posibilidad de salir mal, saldrá mal».
En general, dicha agorería es sufrida por todos en menor o mayor medida, como parámetros generales de leyes universales. Algo así: "el día que no lleve paraguas, lloverá".
Sin embargo, como soy una persona sumamente perserverante (léase cabezadura) traté de violar por todos los medios posibles, el cumplimiento de estas desgracias cotidianas. Decir que terminé violada yo, es un poco fuerte, pero a modo de representación, la palabra es válida.
Veamos algunos casos:
* Cada vez que quede sola en casa y entre al baño, sonará el teléfono. Por esa razón y a modo de repudio, compré un teléfono inalámbrico. Por lo tanto la Ley fue modificada y ahora quedaría así:
"Cada vez que quede sola en casa y entre al baño, sonará el teléfono inalámbrico que olvidé llevar conmigo o en su defecto, tendrá las baterías descargadas".
* Cada vez que compre algo pensando que hice un buen negocio, encontraré a los pocos días lo mismo por la mitad de precio. Por esa razón, siempre guardo las facturas de compra, a fin de devolver la mercadería que no se condiga con su valor. La modificación será:
"Cada vez que compre algo pensando que hice un buen negocio, encontraré a los pocos días lo mismo por la mitad de precio. Cuando quiera devolver la compra original, mi marido habrá tirado la factura de compra, o en su defecto, esta no tendrá devolución."
* Cada vez que se me ocurra cocinar un plato muy elaborado, me faltará un ingrediente. Así que antes de prepararlo, compruebo que mi alacena esté provista de todo lo necesario que pida la receta. Pareciera irrebatible, sin embargo, esta afirmación quedará así:
"Cada vez que se me ocurra cocinar un plato muy elaborado, me faltará un ingrediente. Si este se encuentra entre los elementos necesarios, la comida se me quemará o no será del gusto de los comensales".
* Cada vez que espere con ansiedad el horario de un programa de televisión que me guste, a esa hora llegarán visitas. Para evitar lo cual, se supone que existen las grabadoras de video. Sin embargo, nunca faltará esto:
"Cada vez que espere con ansiedad el horario de un programa de televisión que me guste, a esa hora llegarán visitas y la videocasetera no funcionará o el cassette estará inservible."
Podría seguir enumerando catástrofes murphyanas, pero no tendría sentido. Porque cuando mayor sea mi esfuerzo en recordarlas para tratar de ser original, más cantidad de veces les habrán ocurrido a ustedes.
# posteado por Ginger : 5:01 p. m.
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