Siempre admiré a las personas capaces de reaccionar con un chiste rápido ante una afirmación del interlocutor. Veamos; me considero una persona con sentido del humor, pero eso no significa que pueda ser "viva" a la hora de la respuesta. Algunas veces me sale, pero nunca jamás con el doble sentido. No lo tengo incorporado, aunque me cause mucha gracia escucharlo. Y siempre quedo "pagando". Como para que entiendan de qué hablo, les cuento algunos ejemplos (unos poquitos de los miles que me suceden a diario).

El de la verdulería.

Este es un clásico, para risa del verdulero, de los demás compradores y hasta de los empleados del mercado central.
- Ginger a los gritos (yo no sé hablar de otra manera): DON ROBERTO, ¿TIENE HUEVOS?
- Don Roberto: Dos, a veces normales y otras hinchados.

El de los zapatos.

Reunión familiar. Estreno de zapatos mononos. Uno tiene un clavito salido justo en el talón, que me hace ver las estrellas. El dueño de casa se ofrece a arreglarlo. Va en busca del martillo. Cuando vuelve y adelante de toda la familia, a los gritos le pido:
FERNANDO, METEMELO BIEN ADENTRO, POR FAVOR.
Risas de todos, excepto mía, claro.

El de los epicúreos.

Charla via talk con Angel Gris:
- Angel: Las Ménades se la comen
- Ginger: Cierto, nosotras los comemos. Yo particularmente me los como y después escupo.
- Angel: ...., bueno,.... cada una disfruta como quiere.

El del DIC


Otra charla vía talk, esta vez con Bernardo.

- Bernardo: Ustedes son unos copiones, los epicúreos tenemos hasta carnet.
- Ginger: Ja!, y nosotros tenemos una cosa roja que ahora no me sale el nombre, que nos identifica.
- Bernardo: Si, menstruación.
- Ginger:..... ..... ..... JUAAAJAJAJAJAJAJAJA.

Y así todo el tiempo. Quiero avisarles a todos, que cuando yo hable y diga pavadas, son pavadas sin intención. Si les digo: Mi marido me la mandó a guardar, creanmé, hablo estrictamente de mi computadora portátil.