Este blog está inscripto como "ocio y entretenimiento" en blogger, y esa es la idea. Desde que lo abrí, fueron muy pocas las veces que escribí algo en lo que no apelara al humor (o al menos lo intentara) aunque me refiriera a situaciones no tan divertidas.
Sin embargo, también me sirve para hacer catarsis sobre cosas que me indignan y me someten a sentimientos de impotencia. Esta que voy a contarles es una.
Antes de comenzar, quiero avisarles que quedan eximidos de leer o comentar si no les interesa.
Como ustedes saben, hace varios años que trabajo en temas dedicados a la construcción. Trato diariamente con todo lo que está relacionado a Obras Públicas, es decir, con el estado.
Las funciones son variadas, pero en general todo empieza cuando hay un llamado a licitación.
La cosa es así:
Hay una necesidad (construcción de ruta, escuela, hospital).
Un proyecto (se estudia lo que debe construirse)
Un préstamo para realizarlo (que lo adjudica el Banco Mundial para el desarrollo)
Un llamado a licitación
Una empresa constructora que la gana y lleva adelante el trabajo.
Los pasos son estos sin excepción. Antes de poner un pliego a la venta, está el dinero para la obra depositado en el Banco Central de la República Argentina, destinado exclusiva y obligatoriamente para tal efecto (Art. 7 de la Ley de Obras Públicas 13064).
Pareciera simple y sencillo.
En el mes de junio, representé a la empresa para la que trabajo, en la apertura de sobres para la construcción de un acceso a una ciudad de la provincia del Chaco. Nuestra oferta fue la mejor y obtuvimos el primer lugar entre las demás. El paso siguiente era el estudio de la carpeta (se constata que figure todo lo solicitado en el pliego, que lleva un tiempo porque para que se den una idea, pesa cerca de 8 kilos), una vez completado este paso se realiza la pre-adjudicación, es decir, se envían telegramas al resto de las empresas concursantes informando que se está por otorgar la obra a quien ganó. Esto es porque existe un plazo de 10 días para impugnar la decisión, aunque en la práctica no se hace, dado que es necesario depositar una suma importante (el 1,5% del presupuesto oficial) y si se rechaza la impugnación, este dinero se pierde.
En esta parte estabamos (en el estudio de la carpeta) cuando las cosas empezaron a complicarse de manera rara. Muy rara. Primero pidieron que modificáramos unos mapas, después unos formularios, después el aval bancario, después...
Y así pasaban los días. Por supuesto, cumplimentábamos cada pedido que significaban importantes erogaciones, pero tratándose de Vialidad Nacional, casi era un clásico.
Hace tres semanas empezó a preocuparme la demora. No había manera de destrabar el nudo que nos habían creado (quienes me tengan en el talk, habrán visto mi pedido desesperado para que prendan velas). El 30 de agosto presenté la última constancia: una garantía bancaria adicional (que jamás se solicita) y me fuí tranquila porque "supuestamente" estaba todo resuelto.
El 7 de septiembre, mientras viajabamos a Cariló, recibí la llamada fatídica. De UCOPROLI (Unidad coordinadora de proyectos licitatorios) me informaban que por decisión de la Secretaría de Obras Públicas, la licitación quedaba SUSPENDIDA. Afortunadamente me llamaron cuando iba y no cuando volvía, porque el gasto del spa hubiese sido en vano, tal la chinche y la contractura que me pesqué.
El lunes llamé a Vialidad pidiendo explicaciones. Por toda respuesta, me recitaron la ley 13064: "el estado puede unilateralmente suspender por tiempo determinado o indeterminado, anular o rescindir cualquier proyecto que no tenga adjudicación definitiva, sin necesidad de justificación".
A ver: esto no es la primera vez que ocurre, de hecho nos ha pasado dos veces anteriores, pero siempre, por una cuestión de ética, se envía un memorandum con las razones de la suspensión. En todos los casos, la explicación es absurda y la realidad es que el dinero destinado a la obra (obras, porque suelen ser varias) se destina a fines políticos. Uno lo sabe pero no lo puede demostrar. Aún así, al poco tiempo, se levanta la suspensión y la obra se inicia. Acá debí conformarme con el aviso telefónico dado por una secretaria de cuarto nivel.
Yo pasé por tres gobiernos en este trabajo (cuatro si contamos a Duhalde). Durante la presidencia de Menes, era impresionante la cantidad de obras públicas que se ejecutaban. Cobrarlas era otro tema, pero el problema mayor estaba en la desorganización administrativa. Hubo veces que me pagaron seis certificados juntos, por una suma superior al millón de dólares (no se desmayen, me entregaban un cheque que endosaba y depositaba inmediatamente en una cuenta que por supuesto, no era mía y a esa altura servía para cubrir los gastos ). Con De la Rúa, se paró absolutamente todo. Las pocas obras en ejecución que quedaban se cobraron a los premios, y una vez terminadas no hubo otras para comenzar. Con este nuevo gobierno, aumentó la construcción en forma considerable, de pequeñas obras. Muchas de ellas nunca comenzaron y otras se atrasaron más de un año. También hubo grandes proyectos que ganó siempre la misma empresa: una de Santa Cruz. (pueden ver las páginas del Ministerio de Economía y lo comprueban). Justamente la misma que tiene uno de los cinco permisos que hay en el país para prestar servicio de voladuras en canteras. ¡qué cosa, no!
Desde hace tres días estoy pidiendo explicaciones: al director de UCOPROLI, al Director de Vialidad, a la Secretaría de Obras Públicas. La respuesta se repite: "no tenemos obligación de informar. El contrato no se había firmado." No hay argumento válido que esgrima. No interesa que trate de hacerles entender la importante pérdida que sufrió la empresa tratando de completar los requisitos insólitos que nos pedían. No importa que les diga que tratan con gente seria y no con chicos de jardín de infantes. Ni que su argumento es hasta inmoral. No importa que sólo sean administradores de nuestros bienes. Ellos hacen lo que quieren.
Sólo por relacionar se me ocurrió pensar varias cosas:
- "Casualmente" el intendente del lugar donde debe realizarse la obra va por la reelección en octubre, y no es Kirchnerista.
- "Casualmente" hay elecciones nacionales donde se postula la esposa del presidente. Y la campaña hay que pagarla.
- "Casualmente" todos saben que el recaudador del presidente es nada más ni nada menos que el secretario de Obras Públicas.
Muchas casualidades, ¿no?
En octubre volvemos a votar. Con mucho dolor veo lo que nos espera: seguir revolcados en la misma mierda, aunque tenga olor a Chanel N° 5
# posteado por Ginger : 4:22 p. m.
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